Sentido Mexicano de la Muerte

Para Alejandro

- Mándame las flores cuando las pueda oler

En el México actual arraigamos un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es la muerte y el dolor que ésta nos origina. La muerte es como un espejo donde se reflejan la forma en que hemos vivido, así como nuestro arrepentimiento. Cuando la muerte llega, nos ilumina la vida. Si nuestra muerte carece de sentido, quiere decir que tampoco lo tuvo la vida.

En las culturas contemporáneas la "muerte" es una palabra raramente pronunciada. Los mexicanos tampoco pensamos en nuestra propia muerte, pero le tememos ya que la fe religiosa nos permite reconocerla y porque quizás también somos un poco indiferentes ante la vida.

Paradójicamente ese desprecio, ese miedo y ese dolor que sentimos hacia la muerte los unimos al culto que le profesamos. Es decir, que la muerte puede ser una venganza a la vida, porque nos libera de aquellas vanidades con las que vivimos y nos convierte, al final, a todos por igual en lo que somos, un montón de huesos.

Entonces la muerte se vuelve graciosa e irónica, la llamamos "calaca", "huesuda", la "flaca", la "parca". Al hecho de morir le damos definiciones como "petatearse", "estirar la pata", "pelarse", morirse, etc. Estas expresiones nos permiten jugar y en tono de burla hacer refranes y versos, para así, finalmente, tomar la muerte con menos solemnidad.