A un año
Como festejo al primer año de mi blog, me atrevo a publicar de nuevo mi post favorito.
Aquí no ha pasado nada.
Don Nicanor fue por mucho tiempo capataz de una lujosa hacienda cerca de Álamos. Ahí nació, ahí creció, ahí conoció mujer y fue precisamente por esta mujer que se dio en cuerpo y alma a la bebida. Lo último que hizo antes de abandonar esta hacienda fue poner un ramo de tulipanes amarillos en la tumba de su madre. Después de eso, jamás volvió a lo que quedó de aquel ostentoso lugar…
En una ocasión, el dueño de dicha hacienda se fue por cuestiones de negocios a la ciudad, y dejó todo a cargo del buen Nicanor.
–Cuida bien todo- le dijo.
–No se preocupe patrón, que nada va a suceder-
Don Nicanor, como era su costumbre, celebró la partida del hacendado. El vino y las mujeres abundaron durante dos semanas en esa lujosa hacienda, hasta mandó traer un conjunto norteño del poblado más cercano exclusivamente para celebrar el día de San José, santo patrono de aquella hacienda.Tres semanas después regresó el acaudalado patrón.
- ¿Alguna novedad Nicanor?
- No patrón, aquí no ha pasado nada
- ¿Estás seguro Nicanor?
- Bueno patrón, ahora que lo menciona, se murió su gato.
- ¡¿Cómo que se murió mi gato?!
- Sí patrón, murió de indigestión.
-¡Pero si él solo comía codornices!
- Es que comió carne de caballo patrón
- ¡¿Qué caballo, infeliz?!
- Pues su caballo patrón, es que se murió y tuvimos que aprovechar la carne. Se murió de tanto cargar agua para apagar el incendio de las huertas. Nos quedamos sin comer dos semanas patrón.
-¡¿Y cómo chingados fue que se incendiaron las huertas?!
- Pues con una antorcha patrón. Estuvimos toda una noche buscando a uno de sus hijos que se ahogó en el lago, cerca de la huerta.
-¡¿Uno de mis hijos¡?
- Sí patrón, el menor.
Don Nicanor despertó tres días después en un dispensario médico, sin un ojo, con múltiples fracturas en todo su cuerpo y obviamente sin trabajo. El hacendado después de velar y sepultar a su hijo, y con su hacienda ya en ruinas, partió a la ciudad. Don Nicanor jamás supo nada de él, sólo le dejó el recuerdo de un ojo de vidrio que de vez en cuando empeña a cambio de algún trago.
Don Nica dice pesarle mucho no poder visitar más la tumba de su madre, pero lo que más le pesa –dice- es haber mencionado a su patrón lo del gato.
Aquí no ha pasado nada.
Don Nicanor fue por mucho tiempo capataz de una lujosa hacienda cerca de Álamos. Ahí nació, ahí creció, ahí conoció mujer y fue precisamente por esta mujer que se dio en cuerpo y alma a la bebida. Lo último que hizo antes de abandonar esta hacienda fue poner un ramo de tulipanes amarillos en la tumba de su madre. Después de eso, jamás volvió a lo que quedó de aquel ostentoso lugar…
En una ocasión, el dueño de dicha hacienda se fue por cuestiones de negocios a la ciudad, y dejó todo a cargo del buen Nicanor.
–Cuida bien todo- le dijo.
–No se preocupe patrón, que nada va a suceder-
Don Nicanor, como era su costumbre, celebró la partida del hacendado. El vino y las mujeres abundaron durante dos semanas en esa lujosa hacienda, hasta mandó traer un conjunto norteño del poblado más cercano exclusivamente para celebrar el día de San José, santo patrono de aquella hacienda.Tres semanas después regresó el acaudalado patrón.
- ¿Alguna novedad Nicanor?
- No patrón, aquí no ha pasado nada
- ¿Estás seguro Nicanor?
- Bueno patrón, ahora que lo menciona, se murió su gato.
- ¡¿Cómo que se murió mi gato?!
- Sí patrón, murió de indigestión.
-¡Pero si él solo comía codornices!
- Es que comió carne de caballo patrón
- ¡¿Qué caballo, infeliz?!
- Pues su caballo patrón, es que se murió y tuvimos que aprovechar la carne. Se murió de tanto cargar agua para apagar el incendio de las huertas. Nos quedamos sin comer dos semanas patrón.
-¡¿Y cómo chingados fue que se incendiaron las huertas?!
- Pues con una antorcha patrón. Estuvimos toda una noche buscando a uno de sus hijos que se ahogó en el lago, cerca de la huerta.
-¡¿Uno de mis hijos¡?
- Sí patrón, el menor.
Don Nicanor despertó tres días después en un dispensario médico, sin un ojo, con múltiples fracturas en todo su cuerpo y obviamente sin trabajo. El hacendado después de velar y sepultar a su hijo, y con su hacienda ya en ruinas, partió a la ciudad. Don Nicanor jamás supo nada de él, sólo le dejó el recuerdo de un ojo de vidrio que de vez en cuando empeña a cambio de algún trago.
Don Nica dice pesarle mucho no poder visitar más la tumba de su madre, pero lo que más le pesa –dice- es haber mencionado a su patrón lo del gato.
11 Comments:
Extraño a Don Nica y a Angela
Feliz aniversario MI Negra!
Felicitaciones negrita. Un abrazo.
ah, me acuerdo de Don Nica...
estas de manteles largos tambien?
Felicidades a tu blog, de parte del mio...
:D
Ya un año mi negris. Que felicidad y que orgullo.
El de mi blog pasó desapercibido.
Pero pues enhorabuena.
Un "sapo/verdei" pal suyo.
Un gran beso cumpleañero.
feliz año !y te deseos muchos mas años de relatos con tu unico estilo! =)
FELICIDADES!!! FESTEJO TU PRIMER A;O DE VIDA, MAS BIEN, EL DE TU BLOG...
BESOS
- bah, un año... novata.-
*viendo por arriba del hombro mientras tomo un sorbo a mi martini*
ajajaja Gusto de oirte de vuelta!
Reanímate para un plumazoo!
muchas, muchas felicidades, Negra.
Abrazo fuerte
Lilo?
feliz aniversario..
Saludos,
Gracias a todos!
Publicar un comentario
<< Home