2.5.06

Los Barbudos

Cuando Fidel y El Che se encontraron por primera vez en México, parece ser que se sentaron a analizar muy cuidadosamente la historia de la izquierda mundial. Revisaron cada texto que pudieron encontrar, y repasaron tácticas y estrategias Chinas y Rusas, estudiando cuidadosamente la historia de cada país y las teorías sobre el tema de la revolución. De pronto el Che Guevara se dio cuenta de algo: los grandes hombres de la izquierda tenían barba, y no los tres pelitos de shaggy, sino una tupida selva de pelo en la cara, o por lo menos una barbita de chivo arreglada o bigote divertido.
“La revolución no se puede hacer si no se tiene Barba, esa es condición de posibilidad emancipatoria” observó sabiamente el Che mientras miraba un dibujito de Marx.
Compañero Ernesto, tienes razón, y creo que es hora de contarte algo, pues considero que tienes una conciencia de clase superior que te permite hacer parte de la vanguardia" respondió Fidel con una voz seca apagando un cigarrillo en su mano. En ese momento su semblante debió haber cambiado, porque estaba a punto de revelar un secreto muy bien guardado a través de los tiempos. “Hace unos buenos años, la fecha exacta no te la puedo decir, los revolucionarios encontraron un sentido de unidad. Bien sabes que todos estamos en la misma pelea, más allá de nuestras notables diferencias. Pues bueno, finalmente las fuerzas de la revolución decidieron que sólo había una manera para fortalecernos y batallar en la unidad. La solución era muy sencilla, dejarse crecer la barba
El Che miraba incrédulo y burlón a Fidel, aunque él prosiguió: “compañero Ernesto, no basta con la intención de querer hacerlo, ni siquiera con el hacerlo, porque si no tienes barba no hay agudización de contradicciones o conciencia de clase que valga. La barba compañero, la barba”.
Evidentemente, El Che consideró aquello una estupidez de proporciones legendarias, pero accedió a dejar crecer los vellos en su cara, a ver hasta donde lo llevaba aquella idea. La respuesta de la historia fue contundente, ya que los barbudos entraron a la Habana en 1959 y cambiaron la historia de América Latina de manera radical.
Lo bueno es que yo estoy destinada a no hacer la revolución, no porque sea mujer, sino porque gracias a los depiladores mi bigote no se deja ver, que si no…. Menos mal, no sabría por dónde comenzar, a menos que escribiendo en este blog pudiera hacer una crítica al Estado y proponer el camino del cambio.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Emma Goldman lo dijo alguna vez: "si no puedo ser parte de tu fiesta, no quiero ser parte de tu revolucion", sin barbas, cambiando dia a dia MI Negra nos invita a su revoluicion personal.
Lo siento pensaba escribir un coment mas divertido, como tu post, pero esto fue lo que salio.
Un beso y un abrazo

mayo 03, 2006 8:32 a.m.  
Blogger Nadal said...

Si la revolución está directamente relacionada con la barba, ¿será suficiente el bigote de madrazo? mmmm No creo. Ahora bien, abundancia de pelo de Calderón me dice que revolucionario, revolucionario, no es... Nomás por eso digo.

Muy divertido

PD ¿Has considerado hormonas?

mayo 03, 2006 11:38 a.m.  
Blogger Miss Neumann said...

Ahora entiendo el porque de las pinches feas barbas, de haberlo sabido antes...

Es que como son feas y como pican! pero si tienen un significado más profundo, pues que bien por los barbudos!

mayo 03, 2006 11:39 a.m.  
Blogger Mr. gonX said...

Hacia la Izquierda, ¿verdad Negra?.

Ya sé entonces porqué se rasuró Creel cuando dejó gobernación.

Y porqué Fito Páez, Facundo Cabral y Cat Stevens usan barbas.

mayo 03, 2006 12:36 p.m.  
Blogger Loocila said...

con razòn chavez es tan mamarracho.

los gatos me encantan, pero los pelos que sueltan no, se me meten en la boca.

mayo 03, 2006 7:56 p.m.  
Blogger elisa said...

Pues a mí me encantan con barba...revolucionarios, no lo sé, pero sí comprometidos y de izquierda (esa es una discusión trascendental: ser o no ser revolucionario, he ahí el dilema, ja). Besos

mayo 03, 2006 8:02 p.m.  

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