...y más mierda
Hemos convertido el planeta en una gran bola de mierda que gira en torno a un sol mierdoso que irradia una luz diarreica.
Es tiempo de fecalidad absoluta.
Las autoridades han tomado medidas sabias y fecalmente correctas a nivel global. Se han instalado escusados cada cinco metros en todas las ciudades, campos y montañas del mundo; y se ha inventado un dispositivo novedoso por el cual uno se sienta, hace su caquita y cuando tira la cadena, el escusado realiza el movimiento inverso y la mierda en vez de irse hacia el alcantarillado, sale hacia afuera en igual cantidad que la depositada por el defecador. Para ello la humanidad está apelando a sus grandes reservas históricas de mierda acumulada en la cloaca general del inconsciente colectivo. Así es como todo lo que producimos se ha convertido en pura mierda. Mierda de primerísima calidad y de variada consistencia. Por ejemplo, la mierda más durita, esa pro hemorroidal se la usa en la construcción de edificios, puentes y carreteras; la mierda blanda de tipo normal es para uso comestible, de vestuario, eventos sociales y religiosos, propaganda política, meditación, marketing, educación etc. La mierda diarreica tiene un uso más restringido pero ha reemplazado con éxito a las sopas, cócteles, jarabes para la tos, discursos y en general. Toda la mierda es reciclable y tiende a producirse a un ritmo mucho más acelerado que antes de esta consagración definitiva.
Es el tiempo en que se abren las alamedas y el hombre de mierda viene caminando, libre de todo lo que no sea caca. La utopía es aquí y ahora: mierda para todos, todos unidos en la misma mierda.
Es tiempo de fecalidad absoluta.
Las autoridades han tomado medidas sabias y fecalmente correctas a nivel global. Se han instalado escusados cada cinco metros en todas las ciudades, campos y montañas del mundo; y se ha inventado un dispositivo novedoso por el cual uno se sienta, hace su caquita y cuando tira la cadena, el escusado realiza el movimiento inverso y la mierda en vez de irse hacia el alcantarillado, sale hacia afuera en igual cantidad que la depositada por el defecador. Para ello la humanidad está apelando a sus grandes reservas históricas de mierda acumulada en la cloaca general del inconsciente colectivo. Así es como todo lo que producimos se ha convertido en pura mierda. Mierda de primerísima calidad y de variada consistencia. Por ejemplo, la mierda más durita, esa pro hemorroidal se la usa en la construcción de edificios, puentes y carreteras; la mierda blanda de tipo normal es para uso comestible, de vestuario, eventos sociales y religiosos, propaganda política, meditación, marketing, educación etc. La mierda diarreica tiene un uso más restringido pero ha reemplazado con éxito a las sopas, cócteles, jarabes para la tos, discursos y en general. Toda la mierda es reciclable y tiende a producirse a un ritmo mucho más acelerado que antes de esta consagración definitiva.
Es el tiempo en que se abren las alamedas y el hombre de mierda viene caminando, libre de todo lo que no sea caca. La utopía es aquí y ahora: mierda para todos, todos unidos en la misma mierda.
4 Comments:
y es que a veces uno se siente así... mierda.
Ay que ver, negrita, que escatológica que andás... no, lo peor es que tenés razón
te voy a decir la verdad absoluta:
... pérate, voy a cambiar un pañal sucio, ahorita vengo...
Se siente, no hay que ser muy perceptivo para darse cuenta de que la mierda lo ha invadido a uno por dentro; una gran pila de mierda que sube hasta los ojos... por eso cuando lloro mis lágrimas son espesas, pestilentes... y también por eso procuro no llorar, para que no se me salgan las vísceras fermentadas por los ojos.
Te dejo un abrazo.
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