Mi juguete favorito
Bush cuando era chiquito le tenía miedo a la oscuridad. Todas las noches antes de acostarse en su mansión-ranchito, se lavaba los dientes con petroleo y a la camita. Papi le contaba de las épocas maravillosas en la que los rednecks como él mataban negros en la calle y luego tomaban cerveza, como siempre, tan tranquilos. "Esos tiempos ya pasaron hijo, y ya no podemos matar a esos animales tranquilos...así que buscaré nuevas tierras donde la caza siga siendo considerada un deporte".
Seguramente también le tenían miedo a los monstruos. No sería raro que antes de acostarse cerrara la puerta del closet y revisara debajo de la cama hasta cansarse para tener la seguridad democrática de que los monstruos no están debajo. La incertidumbre lo mata, siempre ha querido saber dónde se esconden los malos.
Todavía lo hace, pero la señora Bush le dijo un día en la casa blanca a Georgie, luego de el tetero y el llanto correspondiente: “deja de buscar que te puedo jurar que Osama no está ahí”. Parece que lo convencieron porque lo fue a buscar en Afganistán, y luego en Irak y luego quien sabe donde más. Finalmente el mundo es nuestra casa y los monstruos rondan por ahí esperando que los niños se descuiden para volarles las torres.
9 Comments:
creo que despues de lavarse los dientes con petróleo, hacía gargaras con thinner
es bueno, saludos:)
jajajajajajajajajaj
es que no se dio cuenta que el mosntruo que lo acechaba era su propio reflejo
pobrecillo
chia
buen tema...
es chila tu perspectiva del asunto y cierto humor oscuro que le das...
saludos.
quieres crema de dientes?
es de la triple acciòn.
Que alguien por favor dispare a la Casa Blanca... y tiré a matar.
No comas ansias CadávEr, ya alguien lo hará...¿tú no puedes?
Ahora suele decirse "si no te comes toda la comida, vendrá Bush a bombardearte".
dicen que los BUsh no tienen espejos en sus casa para no ver que el moustro se esconde en su reflejo, muy buen relato Negra, genial
saludos
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