Zapato
Sólo permitiré que beses mi zapato. Sé que con eso te basta. Es el mismo zapato de tacón que usé la noche que nos conocimos, aunque yo no era Cenicienta y tú de Príncipe sólo tenías la chequera y el auto de marca alemana. El mismo zapato fatal, que cuando caminábamos abrazados mirando la luna, intempestivamente y para horror de todos, se unió resbalosamente a una montaña de mierda que tu san bernardo dejó en la vereda cuando lo sacó a pasear la nana. Sigue besándolo. Al zapato seguramente le gusta. Y a mí creo que no me desagrada tanto.
5 Comments:
ahh, Feet Fetish...or shoe fetish?... or even better, shit fetish? Nice...
No es suficiente con que sea algo tan humillante como besar un zapato, además es de dominio público la manera y la sustancia con la que se ensució. Me encanta tu cuento.
aplausos negra
Ni modo, buen intento Masgorelli!
Stá curado el post! Me gustó eso de la montaña de mierda, y que debe seguir besando el zapato enmierdado. Qué pecados habrá cometido el pobre...
De dónde sacaste la foto?
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