Sólo un cabezazo
Desde que tengo como 11 años y tal vez después de haber visto Los 4 Fantásticos, o El Hombre Increíble o alguna de esas series gringas, he querido hacer algo que jamás he hecho, pero tal vez algún día tenga el valor suficiente y lo haga: dar un cabezazo. Pero no cualquier cabezazo, no a una pelota de fútbol o a una bomba inflada, no, debe ser uno “de película” como el que le dio Beatriz a la Elle Driver (la tuerta) en Kill Bill.
Un cabezazo que deje inmediatamente inconsciente a la persona que lo reciba, que sienta que en cuestión de 4 microsegundos se le sube toda la sangre a la cabeza y antes de siquiera sentir dolor quede inmóvil, el panorama se le ponga negro y luego se desplome hacia atrás. Y mientras tanto yo sólo sienta un dolor en la frente, la sangre hirviendo por mis venas y la satisfacción de haber dado un cabezazo bien dado.
Y cada que me tengo que aguantar la ineptitud de alguien, o la mala atención, o la negligencia extrema, se me pone la cara roja, las orejas calientes y ahí me dan ganas de dar el cabezazo, pero claro, siempre pienso en las consecuencias y no lo hago, aunque en dos sueños logré hacerlo, uno a una secretaria de donde antes trabajaba que era una vieja hija de puta, bruta y negligente y otra a una cajera de un supermercado que afortunadamente no conozco despierta, y en las dos ocasiones después de darles el cabezazo me sentía mala y sexy, algo así como Beatriz.
Aunque no me gusta la violencia y creo que las cosas se pueden solucionar hablando, hay personas que no entienden razones por más que se les hable y se les intente explicar, a esas personas es que me gustaría darles un cabezazo. Igual creo que no me dolería mucho por que a la larga sé que son cabezas huecas.
Un cabezazo que deje inmediatamente inconsciente a la persona que lo reciba, que sienta que en cuestión de 4 microsegundos se le sube toda la sangre a la cabeza y antes de siquiera sentir dolor quede inmóvil, el panorama se le ponga negro y luego se desplome hacia atrás. Y mientras tanto yo sólo sienta un dolor en la frente, la sangre hirviendo por mis venas y la satisfacción de haber dado un cabezazo bien dado.
Y cada que me tengo que aguantar la ineptitud de alguien, o la mala atención, o la negligencia extrema, se me pone la cara roja, las orejas calientes y ahí me dan ganas de dar el cabezazo, pero claro, siempre pienso en las consecuencias y no lo hago, aunque en dos sueños logré hacerlo, uno a una secretaria de donde antes trabajaba que era una vieja hija de puta, bruta y negligente y otra a una cajera de un supermercado que afortunadamente no conozco despierta, y en las dos ocasiones después de darles el cabezazo me sentía mala y sexy, algo así como Beatriz.
Aunque no me gusta la violencia y creo que las cosas se pueden solucionar hablando, hay personas que no entienden razones por más que se les hable y se les intente explicar, a esas personas es que me gustaría darles un cabezazo. Igual creo que no me dolería mucho por que a la larga sé que son cabezas huecas.
6 Comments:
pues querida amiga te estas perdiendo de una adrenaline rush de lo mas recio, para empezar nunca se lo esperan, siempre se fijan en los movimientos de las manos los ogtes....lo mejor es acercarse lo suficiente para decirles la mierda que son y respiren tu aliento justo antes de dar el golape....haaaaaa se siente tan bien, lo recomiendo ampliamente.
EA, saludos terricola
lo que nunca dicen en las peliculas es que cuando das el golpe, a tí tambien te duele... habría que ver si vale la pena el dolor auto-provocado...
yo digo que cuando sean las elecciones te pongas a repartir cabezazos, o en el mundial 2006 gane o pierda la selección mexicana.
knock out neuronal.
No, mira, el chiste de los cabezasos no es aguantarte el dolor ayudado por la adrenalina. La gracia de éstos es que hay dos zonas muy especiales en la cabeza. Una de ellas es una zona arribita del ojo muy muy frágil y débil que ante cualquier golpecito sangra y duele como si no hubiera un mañana para doler! Ahí es donde querrás pegar. La otra es una parte, en la parte superior de la frente (aunque no sé exactamente dónde) particularmente dura y en la que no se sienten tan duro los fregazos. Con eso querrías pegar.
Con un poco de precisión terminas dando un golpe bastante fuerte en una zona bastante débil y propensa a sangrar y con una zona particularmente fuerte.
... No es que yo lo haya hecho vez alguna... soy un pacifista...
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